Seguro que te ha pasado alguna vez que quieres imprimir después de un tiempo sin utilizar tu impresora y te encuentras sin tinta, y sin haberla utilizado apenas. Eso es que se ha secado la tinta de los cartuchos. Aquí te contamos unos trucos para evitar que esto pase.
Tenemos que tener en cuenta que la tinta de las impresoras es líquida, y que en ciertas circunstancias, ya sea por la temperatura ambiente o por falta de uso, la tinta acaba secándose. Por eso, lo recomendable es:
- Tener la impresora en un lugar donde la temperatura ambiente sea adecuada.
No lo solemos tener en cuenta a la hora de tener una impresora, pero la temperatura ambiente del lugar donde vamos a poner la impresora es importante. Por ejemplo, si está en una habitación donde da la luz del sol de forma directa, es más probable que la tinta de los cartuchos se seque mucho antes de lo que lo haría normalmente.
Por lo que el lugar más adecuado para colocar la impresora sería donde no exista una temperatura excesiva tanto de calor como de frío.
- Imprimir cada cierto tiempo.
Si no eres de imprimir mucho, imprime cada semana, o cada tres semanas como mucho, una hoja de cualquier documento, tanto de negro como de color, así la tinta se mueve y no llega a secarse. Incluso a partir de la tercera semana sin imprimir nada en todo ese tiempo, la tinta empieza a secarse y puede obturar la salida de la tinta.
Esperamos que esto os sirva y podáis aprovechar más los cartuchos de tinta.
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