Es algo que obviamos al comprarnos una impresora. Pensamos que la impresora va a estar siempre operativa para cuando nos haga falta. El caso es que si dejamos de imprimir más tiempo de la cuenta, es muy probable que no puedas imprimir. En este post explicaremos las razones.
Una de las primeras causas por las puede no imprimir o no imprimir bien es la acumulación de polvo. Queramos o no, es algo que tenemos por casa, por la oficina, y como el escritorio, también acumula polvo, y en el caso de las impresoras, puede acabar acumulándose dentro, afectando a la calidad de las impresiones.
Si queremos seguir imprimiendo pero no sabemos cuándo, que puede llegar a pasar un mes o más, es importante recordar esto. La tinta es líquida. Esto quiere decir que se seca una vez se ha empezado a utilizar. Por lo que hay que tener en consideración imprimir cada X semanas una página en con negro y color para que la tinta siga manteniéndose líquida. Como mucho se podría llegar a 3 semanas sin imprimir, más de 3 semanas sería arriesgarse. ¿Qué puede pasar si no se imprime en meses o años? Tanto se puede estropear la impresora por no usarla como por el hecho de atasco de tinta seca en los tubos e inyectores de la impresora. Con lo cual, éste punto es importante. Imprimir cada 3 semanas como mucho, una página.
Si tenemos pensado guardarla, es mejor asegurarse de que no sea en un lugar que acumule polvo, esté expuesta al sol o al calor, o en un lugar donde haya humedad. Estas condiciones pueden llevar a estropear la impresora y a ser inservible. Lo que recomendamos es, si la vamos a guardar:
En resumen,
Esperamos que os haya servido este post.
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