Cuando se habla de impresoras láser, se asocia automáticamente a los cartuchos de tóner, pero casi siempre se pasa por alto que las impresoras láser no funcionan sin el TAMBOR. Pero, ¿qué es el tambor?
El tóner ya lo explicamos en un post anterior (Qué es el tóner), pero resumiendo, contiene la tinta en polvo que acaba en el papel. Sin embargo, lo que hace que se impresione o se transfiera la tinta en dicho papel es el TAMBOR.
El tambor es un cilindro giratorio cargado eléctricamente que gira sobre su propio eje al recibir los impactos del láser. En este momento se carga de forma positiva en los puntos y zonas donde se va a hacer una impresión. De esta forma, el polvo del tóner, de carga negativa, hará que el polvo de tinta se adhiera a esos puntos o zonas de carga positiva. Así es como acabará imprimiéndose el documento.
Es decir, para que se imprima una página se necesita el tóner y el tambor, no funciona el uno sin el otro.
Si tienes una HP, seguramente te habrás dado cuenta que no has necesitado ningún tambor. Eso es porque esta marca lo lleva ya integrado en el tóner, al igual que las Canon. La marca Brother sí tiene el tambor por separado.
Si tienes el tambor independiente, ¿cómo saber cuándo tienes que cambiarlo?
Los tambores que van independientes al tóner tienen un número de páginas limitado, por lo que hay varias formas de saber cuándo hay que cambiarlo:
1. Salen líneas o manchas verticales en las páginas impresas, ya sea por desgaste o suciedad.
2. Si fuera una impresora a color, y hay algún color que no salga correctamente.
3. Te lo pide la impresora.
Sin embargo, siempre es bueno tener limpio el tambor para que tenga más durabilidad.
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